Carl Sandburg (1878–1967). Chicago Poems. 1916. Limited
I am riding on a limited express,
one of the crack trains of the nation.
Hurtling across the prairie into
blue haze and dark airgo fifteen all-steel coaches holding a thousand people.
(All the coaches shall be scrap and
rust and all the men and women laughing in the diners and sleepers shall pass
to ashes.)
I ask a man in the smoker where he
is going and he answers: “Omaha.”
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Voy
en un limited express, uno de los
mejores trenes del país.
A
toda velocidad por la llanura al corazón de la neblina azul y la negrura
van
quince vagones todos de acero con un millar de pasajeros dentro.
(Todos
los vagones serán chatarra y herrumbre y todos los hombres
y
mujeres que ríen en el coche restaurante se convertirán en cenizas).
Pregunto
a un hombre del vagón de fumadores adónde se dirige y él
responde:
“A Omaha”
Su
padre era ferroviario cuando los trenes todavía funcionaban a vapor. Carl
Sandburg nos regala esta afilada reflexión sobre el destino de las cosas y las
personas, y la ilusión de la vida.
Así
vivimos la vida la mayoría de la gente, creyendo que vamos a Omaha.
2 comentarios:
Joan,
Cuando tu mente empieza a evocar imágenes sobre el entorno y los personajes que integran el tren, la lectura de lo que sigue entre paréntesis te provoca un cortocircuito mental instantáneo. ¿Por qué evocar el “memento mori” justo después de describir una escena de paz cotidiana? El impacto es brutal, un mazazo en plena calma que te deja un mal sabor de boca pero, a la vez, provoca una reflexión sobre el paso inexorable del tiempo. ¡Y en tan sólo unas líneas! Eso tiene mérito, a mi me estimulan este tipo de lecturas, tan breves como contundentes.
¡Buena selección, Joan!
Querido Lluís,
muchas veces nos quejamos de la brevedad de los textos con los que las personas nos comunicamos actualmente. Parece que esta especie de prisa existencial en la que estamos inmersos nos lleva a intentar condensar en pocas palabras (a veces en 140 caracteres) todo lo que tenemos que decir.
Creo que esto tiene necesariamente un penalti a nivel literario, pocas florituras son posibles en la era de la concisión, pero por el contrario, ciertos genios son capaces de provocar sacudidas de ánimo tan súbitas y certeras como otros lo hacían en el pasado con un pliego de páginas.
¡Sandburg sería un buen twittero!
Gracias amigo por tus comentarios.
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