domingo, 27 de enero de 2013

¿Para que sirve el arte?


Hace pocas fechas escuché afirmar a Manuel Martín Loeches, que es profesor de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y Coordinador de la Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos, que desde el punto de vista evolutivo no se explica cual es el poder adaptativo del arte. Vamos, que es una especie de capricho, de floritura de la Naturaleza que ha querido “adornarse” con esta especie de la que formamos parte, el Homo Sapiens Sapiens.
Porque parece ser, que de todos los miembros del género Homo sólo existe constancia de la generación de arte por parte del Homo Sapiens.
Teniendo en cuenta que los humanos somos una de las especies más evolucionadas del planeta, sino la más evolucionada, es extraño considerar que algo a lo que, por cierto, dedicamos bastante tiempo y esfuerzo, sólo tenga una utilidad recreativa, para echar el rato.
Parece que la única y débil explicación que encuentran los científicos a esta excepcional devoción por el arte radica en la supuesta ostentación de una inteligencia o habilidad superiores por parte de los artistas, es decir, que aquellos especimenes capaces de crear arte sería vistos por los demás como superiores. Puedes ser más fuerte, más alto... o artista.
Sin embargo, esta explicación me ha parecido tan pobre, que me he propuesto comenzar una lista de razones para sacar al arte de la parcela de la pura frivolidad, con el deseo de que todos aquellos que paséis por el blog alarguéis más y más la lista. Empecemos.
Para mi el arte constituye una representación de nuestra percepción de la realidad, de manera que los artistas estarían dibujando constantemente un mapa de la realidad y los mapas sí que sirven, ¿verdad? Nos ayudan a entender la realidad que nos envuelve, y no es eso una función adaptativa por excelencia.
Vamos a por un segundo argumento. Todos podemos entender que el arte está basado principalmente en los símbolos, y ¿no fue la aparición del lenguaje simbólico lo que nos permitió dar el salto evolutivo final? El lenguaje simbólico por excelencia es el basado en los significantes acústicos, y precisamente gracias a la capacidad de articular sonidos discretos se fue completando el proceso de cerebración del Homo Sapiens. El lenguaje puede ser considerado como arte, si cantamos es todavía más artístico, pero la capacidad adaptativa del lenguaje está fuera de toda duda.
Vamos a ver otro aspecto del arte, en concreto el intenso placer que produce. El sistema límbico se encarga de que realicemos acciones como comer y reproducirnos, básicas para que la especie sobreviva. Cuando esas conductas se producen, se segregan en el cerebro una serie de neurotransmisores que provocan la sensación de placer, que es apetitiva para el ser humano, por lo que este dirige su conducta para poder conseguirla” Así que, si el arte es fuente de mucho placer, ¿no es plausible pensar que podría ser básico para la supervivencia de la especie? Además creo que el arte crea un triángulo perfecto con estos dos vértices: la comida y la tensión sexual.
Finalmente (por mi parte pero no por la vuestra), se me ocurre pensar en la evolución de la conciencia. En este caso tenemos tanto el fenómeno de la neuroplasticidad como la propia evolución de pensamiento y creo que el arte ejerce una indiscutible acción sobre estos dos aspectos funcionales del cerebro. Yo considero la evolución de la conciencia como un proceso adaptativo por excelencia, así que, de nuevo puedo afirmar que el arte humano tiene otra razón para salir de la frivolidad improductiva.
Ahora, sólo me queda exhortaros a darle más razones a Manuel Martín sobre el poder adaptativo del arte aunque quizá habría que preguntarle primero que considera él cómo arte.