jueves, 23 de abril de 2015

No entres dócilmente en esa noche quieta



Y si fuera posible enfrentar a los genios de cualquier época en una especie de combate dialéctico que nos permitiera extraer el refinado destilado de tales mixturas. Si tales genios fueran de épocas muy distintas, el más moderno ganaría por regla general, ya que el conocimiento humano se extiende con el tiempo. No sería un combate justo, supongo.
Por eso será el poeta y dramaturgo galés Dylan Thomas (1914-1953), quien contestará a su derrotista coetáneo Sandburg, que dos entradas de este blog más abajo reflexionaba sobre lo intranscendente de la vida. Dylan Thomas acepta que la vida tiene un fin pero se niega a vivir con la cabeza gacha y sin dar la batalla hasta el final. No aceptes dócilmente tu final, rabia hasta la muerte.


Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.

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No entres dócilmente en esa noche quieta.
La vejez debería delirar y arder cuando se cierra el día;
Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.

Aunque los sabios al morir entiendan que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no ensartaron relámpagos
no entran dócilmente en esa noche quieta.

Los buenos, que tras la última quietud lloran por ese brillo
con sus actos frágiles pudieron danzar en una bahía verde
rabian, rabian contra la agonía de la luz.

Los locos que atraparon y cantaron al sol en su carrera
y aprenden, ya muy tarde, que llenaron de pena su camino
no entran dócilmente en esa noche quieta.

Los solemnes, cercanos a la muerte, que ven con mirada deslumbrante
cuánto los ojos ciegos pudieron alegrarse y arder como meteoros
rabian, rabian contra la agonía de la luz.

Y tú mi padre, allí, en tu triste apogeo
maldice, bendice, que yo ahora imploro con la vehemencia de tus lágrimas.
No entres dócilmente en esa noche quieta.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.


Chris Nolan ha incorporado el espíritu de este poema en su última película “Interstellar

sábado, 18 de abril de 2015

Señora de Monstruo (II)

Pasando a la categoría de la mujer como víctima, tenemos innumerables ejemplos. Dada la amplitud de esta categoría podríamos dividirla en diferentes subcategorías en función del monstruo agresor.

Películas de monstruos marinos y criaturas acuáticas:

“Monster from the Ocean Floor (1954)”
El mar, como mundo desconocido, es perfecto para ocultar monstruos. Siempre ha hecho volar la imaginación de los literatos que, basándose en los escabrosos relatos de los marineros, han diseñado todo un catálogo de monstruos de agua dulce y salada.
En este caso, me quedo con la mirada saltona, obsesiva y casi lasciva del cefalópodo que casi llora de placer pensando en el dulce bocado femenino que se retuerce entre sus ventosas.
Me vienen a la mente los mitos del “Leviatán” o el calamar gigante más conocido como “kraken”.


“Tentacles (1977)”
Más moderna pero en la misma línea podemos encontrar la película de John Huston producida en el año 1977, “Tentacles”


“La criatura del lago negro (1954)”
Por supuesto, no hay que olvidar los lagos, especialmente aquellos de aguas profundas y oscuras que no dejan ni tan siquiera adivinar el fondo. ¿A qué clase de monstruos darán cobijo? Por el momento, Nessy se alza como merecido heraldo de esta categoría pero hay otros que no le van a la zaga, como por ejemplo, “La criatura del lago negro” también de 1954.


En este cartel, esta especie de sireno anfibio está tan hipnotizado por la pechera de su víctima que parece que bizquea.



“Attack of the Crab Monsters (1957)”
En 1957 apareció una romántica producción que nos conecta con la actualidad a través de los mutantes personajes que habitan Fondo de Bikini. Desde que Estados Unidos la tomara con el atolón Bikini, perteneciente a la República de las Islas Marshall, donde se probaron más de 20 bombas de hidrógeno y atómicas entre 1946 y 1958, no pueden con el remordimiento. Así, esta película nos muestra a los ancestros del Señor Cangrejo en un estado poco civilizado y muy alejado del urbanita espíritu del actual regente del “Crustáceo Crujiente”. Más tarde aparecerían Bob Esponja, Patricio y Calamardo, todos ellos producto de los altos niveles de radiación que todavía contaminan la paradisiaca isla.



Películas de robots malvados:

Otra de las grandes subcategorías es la constituida por los robots descontrolados. Representan el miedo del ser humano a la evolución de la inteligencia artificial y a que algún día los robots sean capaces de autogestionarse tomando el control de la situación.

“Tobor the Great (1954)”
En “Tobor el Grande”, no se calentaron mucho la cabeza con el nombre como queda patente al leer el nombre al revés. Hay que entender que en 1954 la inteligencia artificial estaba en mantillas. Por otro lado, a pesar del cartel, en esta peli el robot es bueno y la chica que lleva entre sus brazos no es su víctima sino su protegida.



“Robby, the Robot (1956)”
“Robby, el Robot” no parece tampoco un gran salto evolutivo en el campo de la inteligencia artificial. Robertito es un robot simpático al estilo muñeco Michelin pero que sabe lo que se trae entre manos. Como en el caso anterior, el cartel engaña y Robby no es en realidad malo sino que más bien es un robot protector.


“Robot Monster (1953)”
El siguiente ejemplo pone de manifiesto un cierto recelo hacia lo que pudiera haber en la Luna a tan solo unos años vista de su conquista por el hombre. Es realmente un puré loco pero al mismo tiempo delicioso, donde se mezcla robots asesinos que quieren invadir la Tierra, dinosaurios, terremotos, “el Rayo de la Muerte” y antibióticos que proporcionan inmunidad ante este rayo.
Pero al final, el amor es la fuerza más poderosa y acaba imponiendo su supremacía y Ro-Man cae irremisiblemente en los brazos de Carla.



Películas de extraterrestres:

“The Day the Earth Stood Still (1951)”
Esta película estadounidense de 1951 que en España se tituló “Ultimátum a la Tierra” está encuadrada en el contexto de la guerra fría y lejos de su apariencia amenazadora, presenta un mensaje pacifista. Durante los años de la guerra fría, Hollywood se encargó de mostrar como la amenaza roja (comunista) llegaba a la Tierra en forma de marcianos, selenitas o cualquier otro habitante del sistema solar dotado de la suficiente capacidad tecnológica y militar como para acabar con el estilo de vida estadounidense. En esta cinta, por el contrario, se realiza una llamada de atención a los habitantes de la Tierra con el fin de parar la alocada carrera belicista por el bien del cosmos. En 1952 fue galardonada con el premio Globo de Oro a la mejor película promotora del entendimiento internacional.



En los años cercanos a la llegada del hombre a la Luna, se desató el terror extraterrestre. Sabedores del gran paso que la humanidad estaba a punto de dar hacia el espacio extraterrestre, las producciones de alienígenas invasores supieron cultivar ese miedo a lo desconocido, hacia la nueva frontera que estábamos a punto de atravesar. Por supuesto, el número de películas con esta temática fue enorme pero yo me centraré especialmente en aquellas en las que la mujer juega un destacado papel como víctima, al menos como reclamo gráfico en los carteles de las películas. Tenemos varios ejemplos:

“Invasion of the saucer-men (1957)”


“Invaders from Mars (1953)”


“The Terrornauts (1967)”
Parece que en este caso, la civilización extraterrestre se encuentra un poco anticuada y siguen con el tema del sacrificio de vírgenes (¿del planeta Tierra?) para contentar a los dioses.


“Satan’s Satellites (1958)”
En este caso, se trata de una película basada en una cinta anterior de 1952 llamada “Zombies of the Stratosphere”. En ella se narran las aventuras de Commando Cody (o Larry Martin) una especie de héroe intergaláctico que pretende salvar la Tierra del ataque marciano con bombas de hidrógeno de por medio.


“Fire maidens from outer space (1956)”
En esta producción podemos ver como la imaginación de los guionistas de los años 50-60 no tenía límites y se las ingeniaron para crear una especie de comuna hippie formada por 17 mujeres llamadas “doncellas de fuego (fire maidens)” y un solo hombre llamado Parsus que parece ser el padre de todas ellas. Para acabar de completar el círculo vicioso, faltaba la amenaza que es una especie de monstruo delgaducho y negro llamado “el hombre con la cabeza de bestia” que aparece representado en el cartel y por supuesto unos cuantos astronautas salvadores provenientes de la Tierra. Todo este refrito en la 13ª luna de Júpiter.


“Planet of the Vampires (1965)”
Esta producción italo-española de 1965 es una película de culto y se puede considerar la semilla de películas míticas como “Alien (1979)”. El argumento es realmente original explorando el concepto de planeta encantado. Dos grandes naves de reconocimiento, el Argos y el Galliott reciben una señal de SOS procedente del planeta Aura. Deciden explorarlo y nada más acercarse a él, empiezan a sufrir los efectos de su atmósfera (aura) maligna entrando las tripulaciones en una especie de paroxismo autoaniquilador.
La mujer no aparece aquí explícitamente como víctima pero no he podido resistir la tentación de hacer una pequeña reseña a esta otra vuelta de tuerca del mito de la posesión infernal.



Películas de insectos:

Otra gran categoría de películas en las que la mujer juega un claro papel de víctima serian aquellas que presentan los insectos como amenaza. Podríamos pensar que hasta los insectos prefieren comerse a las mujeres por ser un bocado más delicado. A continuación mostraré unos cuantos ejemplos muy explícitos.

“The Bees (1978)”
Como se nota que nos acercábamos a la época del destape.



“The beginning of the end (1957)”
En esta película aparece ya el mensaje de que jugar con la naturaleza es peligroso. Los científicos hacen crecer vegetales hasta tamaños gigantescos aplicándoles radiación pero estos vegetales son comidos por langostas que pasan a tener un tamaño descomunal como el que se muestra en el cartel. Las señoritas, estilo Marylin, con trajes de noche cortos son, como no, sus bocados favoritos.



“The monster that challenged the world (1957)”
En este caso se trata de un molusco prehistórico gigante que aparece en el mar de Salton California como consecuencia de un terremoto.



“Monster Spider (1955)”
Desde la prehistoria, el hombre a tenido miedo a las arañas. Se trata de un miedo reptiliano quizá basado en el hecho de que ni siquiera los árboles donde los hombres se refugiaban de las grandes bestias servían de refugio contra las arañas. En este caso, nuestra amiga tarántula tiene pinta de animalito bonachón y su víctima parece dedicarnos una postura de trapecista satisfecha entre los quelíceros de su agresora.



“The Spider (1958)”



Películas de seres bestialoides:

Otro de los miedos arcaicos del hombre es el miedo a su propia naturaleza salvaje, al animal que todos llevamos dentro. Este tipo de miedo fue explorado por películas tan curiosas como las que muestro a continuación:

“The Neanderthal Man (1953)”


“The Curse of the Werewolf (1961)”
Como ejemplo de película de hombres lobo


Películas de esqueletos:

Por último, solo mencionar que la mujer como víctima frágil e indefensa tiene un tirón infinito y parece que hasta las leyendas de los “cráneos que gritan” se aprovechan del poder de esa iconografía.

“House on Haunted Hill (1999)”



“The Screaming Skull (1958)”
Atentos al mensaje en la parte superior del cartel.




miércoles, 15 de abril de 2015

Señora de Monstruo (I)

En este post me gustaría hablar del papel de la mujer dentro del género de las películas de terror y más en concreto en aquellas que hay monstruo encerrado. Para ello, me voy a apoyar en la cartelería correspondiente ya que considero que los carteles de las películas resumen a las mil maravillas el espíritu que intenta transmitir la cinta.
Básicamente podemos distinguir 3 papeles principales, siendo el de víctima indefensa el más habitual.
Así, la mujer puede aparecer como novia o señora de monstruo mostrándose como una criatura un poco más refinada que su partenaire masculino pero igual de despiadada. El ejemplo clásico sería “La novia de Frankenstein”, película de 1935 en la que ella no se muestra especialmente receptiva con su tortolito enamorado.


“La novia de Frankenstein (1935)”



No se sabe muy bien como el galán Karloff lo consiguió al final pero en 1958, el nieto del Dr. Victor Frankenstein se ocupó de perpetuar la estirpe y construyó y reanimó a la hija de Frankestein.

“La hija de Frankenstein (1958)”



Incluso puede llegar a darse una cierta relación amorosa entre los monstruos de distinto sexo, lo cual nos haría pensar que la procreación de monstruitos ha estado más de una vez en la torcida imaginación de los guionistas. Al final, todo el mundo entiende que todo bicho viviente o… muerto (¿debería decir muriente?) tiene derecho a formar una familia y educar a sus hijos en el ambiente más propicio a su condición, que en el caso de los monstruos será necesariamente marginal. El ejemplo más claro de vida familiar monstruosa sería el encarnado por la “Familia Addams” que reúne en una sola familia el top 5 de los mitos monstruosos. 


El caso del conde Drácula había de ser distinto. Él, un refinado galán, muy discreto y caballeroso, se merecía todo un harem. Así, seguro que no se quedará sin propagar su estirpe y Dios (o el demonio…) le bendecirá con algún vástago que no se hará mucho de rogar. En este cartel de 1960, lo vemos orgulloso mostrando a su familia numerosa.

“Las novias de Drácula (1960)”



Aquí os presento a su hermosa descendencia en esta película de 1936.



Y por supuesto no podía faltar el varón como podemos ver en esta película estadounidense de 1943.

No me gustaría olvidar una verdadera relación amorosa como la protagonizada por King Kong y la bella señorita Ann Darrow. Los humanos no entienden que la llama del amor ha prendido en el interior del gran primate que incluso se deja matar por ella. El gran dios Kong cae por culpa de unas faldas mostrando que el amor es la fuerza más poderosa de la naturaleza (1933).

“King Kong (1933)”


Otro ejemplo de amor más allá de la muerte es el protagonizado por el Dr. Bill Cortner que no acepta la pérdida de su novia Jan Compton. Esta muere decapitada en un accidente automovilístico y el buen doctor decide recoger la cabeza y mantenerla viva en una bandeja llena de líquido, lo que nos indica con claridad donde se encuentra la esencia de la persona. Por supuesto, esto sólo es una solución temporal y pronto el doctor Cortner pasa a la fase dos, que consiste en dotar a su amada de un nuevo cuerpo. Cortner decide cometer asesinatos para obtener un cuerpo al cual adjuntar la cabeza de su prometida en contra de la voluntad de ella que sólo desea morir en paz. Finalmente, la benevolencia de la cabeza se impone a las ínfulas creadoras del doctor permitiendo que la muerte cobre su tributo.

“The brain that wouldn’t die (1962)”