lunes, 17 de mayo de 2010

Historias Virales


Desde los albores de la humanidad, los sueños han representado una vía de escape, de resolución de conflictos existenciales internos.

Por otro lado, son muchos los especialistas que reconocen las semejanzas entre los sueños y los cuentos de hadas. Asimismo, podríamos pensar que los cuentos de hadas son como los mitos o las fábulas que han trufado toda la historia de la humanidad, pero sin embargo, hay que puntualizar las diferencias entre estos tipos de historias.

Decía Tolkien que los aspectos fundamentales en un cuento de hadas son fantasía, superación, huída y alivio. Superación de un profundo desespero, huída de un enorme peligro y, sobre todo, alivio. El final feliz es absolutamente imprescindible en los cuentos de hadas, ofreciendo de esta manera una resolución del conflicto, una luz de esperanza al final del camino.

La gran diferencia que caracteriza a estos tipos de historias es el final, que en los mitos suele ser trágico, mientras que en los cuentos es siempre feliz. Por otro lado, las fábulas son cuentos admonitorios que pretenden prevenirnos de determinados peligros.

En este sentido, los grandes cuentos clásicos no han perdido en nuestros días ni un ápice de su fuerza, de su contenido simbólico refinado a través de los años mediante miles y miles de transmisiones. No obstante, la actual sociedad de la información nos ha brindado una nueva forma de canalizar nuestra fantasía, que al igual que los cuentos, puede que tenga cierto efecto terapéutico y que podríamos llamar “historias virales”.

Estas historias virales, contienen fantasía, superación de grandes desasosiegos, huida y precaución de grandes peligros y también muestran una posible solución a nuestros problemas (alivio). También hay algunas que nos intentan aleccionar, como las fábulas y otras que nos enseñan lo cruel que puede llegar a ser la vida, como los mitos.

Al igual que los cuentos se han propagado con fuerza mediante el boca-oreja durante siglos, estas historias virales también nos enganchan y tienen un alto poder contagioso, exacerbado enormemente por las grandes autopistas de la información.

La gente necesitamos de estas historias para creer en un mundo mejor, y no tenemos ningún problema en aceptarlas, como un niño acepta el cuento de la Cenicienta como algo absolutamente real. Y lo gracioso es que la gran mayoría de ellas es falsa, lo cual no les impide jugar su papel a nivel psicológico.

Esta nueva forma de comunicación social, de canalización y remodelado de la fantasía humana está floreciendo de muy diversas maneras. Está lo que se conoce como “marketing viral” que tiene una finalidad evidentemente comercial y que no deja de ser una expresión del clásico “mi vecina del 4º dice que va muy bien” a nivel global (podríamos incluir aquí los ataques a las grandes compañías). También tenemos las campañas en pro o en contra de algo, con un alto poder de convocatoria. Por eso Internet es vista por lo gobiernos totalitarios como una amenaza, ya que representa una estupenda plataforma de organización de corrientes de pensamiento. También están el humor viral y los mails que nos recuerdan lo maravillosa que es la vida y como debemos saborear los preciados siguientes instantes (respecto a este último tipo es condición casi inevitable que suene de fondo la canción “What a wonderful world” interpretada por Louis Armstrong). Finalmente, encontramos mi tipo favorito pues creo que es donde mejor se plasman los elementos clásicos de los cuentos de hadas. Son aquellos mails que nos previenen de fatídicas fuerzas invisibles, terribles e incapacitadores accidentes, e incluso, la muerte, si no ponemos remedio urgente a alguna situación cotidiana que nos rodea. Suelen aderezarse con casos “reales” y encuentran su fuerza propagadora apelando a la caridad humana, seremos personas muy mezquinas si no compartimos la información salvadora con nuestros seres queridos.

Me pregunto porqué los seres humanos, incluso con un nivel de estudios elevado, necesitan hacer rodar esta molienda de la fantasía, y se “creen” historias aparentemente increíbles que a continuación transmiten sin el más mínimo reparo.

¿Es este un claro síntoma de la necesidad de evasión de la realidad que presenta la sociedad actual?, ¿divagamos perdidos, al no encontrar sobre la faz de la Tierra amenazas que nos entretengan el pensamiento? Creo que no nos damos cuenta que nuestra mayor y casi única amenaza en este planeta somos nosotros mismos y los gusanitos que nos carcomen el cerebro.

A modo de ejemplo, me he permitido enriquecer un poco este nuevo género de literatura fantástica con una pequeña aportación que consigno a continuación. Pido disculpas al círculo de amigos que he utilizado como depositario de este producto exclusivo de mi imaginación, y si algún día lo recibo de vuelta, me consideraré culpable de haber ceñido un nuevo collar a nuestra apuntalada realidad.

Incompatibilidad televisor-microondas

Me han enviado esto que os reenvio por si acaso.

URGENTE.

Este es un aviso para aquellos que tienen un televisor o radio en la cocina cerca de un horno microondas.

Un reciente estudio de la Universidad de Cambridge ha puesto de manifiesto la incompatibilidad de estos electrodomésticos en la cocina.

Los científicos de esta universidad han podido constatar como un televisor o radio situado a menos de 3 metros de una fuente de microondas, es capaz de captar y reemitir estas dañinas radiaciones que bajo una exposición prolongada pueden afectar seriamente a la salud.

Las mediciones realizadas han puesto de manifiesto que este fenómeno también se da, aunque en menor grado, si la radio o televisor están apagados.

El estudio ha aparecido publicado en la prestigiosa revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU y este mail tiene por objeto alertar a la mayor cantidad de personas posible de este relevante descubrimiento, que ha tenido poca repercusión informativa por intereses comerciales.

Por favor, reenviar este mail a aquellas personas que consideréis que puedan encontrarse en riesgo.