¿En
qué consiste el acto creativo?, ¿se trata del resultado de aplicar la razón?, o
por el contrario, ¿implica la ruptura de las reglas racionales previamente
establecidas?
Cuando intentamos definir la creatividad, esta cualidad parece estar necesariamente disociada de
todo atisbo de intención racional, ya que la aplicación de la razón lógica nos
llevaría a la creación de algo obvio. Es decir, parece que en el campo de la
creación humana hay una fina línea que separa lo obvio de lo original e
innovador.
Si
alguien resuelve una operación matemática y nos da el resultado como una nueva
creación, todos diríamos que aquí no ha habido acto creativo (2+2=4). Sin
embargo, si se equivoca al resolver la operación matemática, ¿tenemos entonces
una creación? (2+2=3)
Si
un pintor retrata fielmente a una persona o capta un paisaje en un cuadro,
¿admitimos entones que ha habido creación? Posiblemente, todos diríamos que la Gioconda es una obra
maestra de la creatividad humana.
Es
decir, la actividad intelectual humana aplicada a la creación de nuevas
entidades siempre se apoya en elementos de la realidad o de la imaginación que
ya existían previamente y los combina con una determinada intención racional
para crear algo nuevo. Siempre hay intención racional en el acto creativo y por
tanto, podríamos pensar que toda creación humana resulta al fin y al cabo en
algo obvio.
Ante
tan decepcionante conclusión, se me ha despertado el espíritu de la rebeldía
que gritando me dice “esto no puede ser así”. Me resisto a creer que toda la
historia del arte sea producto del mero procesado lógico-racional de la
realidad y la razón imperante en cada determinado momento de la historia. Desde
que el hombre de Altamira plasmó en las paredes de una cueva su visión de la realidad,
el hecho creativo se ha manifestado como algo mágico, como algo cuyo producto
(la creación) tiene una entidad propia diferente a todo lo existente, hasta me
atrevería a decir que tiene alma propia. Ni siquiera la más fiel obra del
realismo se escapa de tener un porcentaje variable de lo que yo llamo la
fractura creativa. Se trata de ese pequeño salto mortal intencionado que reta a
la comprensión de la realidad, que matiza la naturaleza misma de la luz en un
cuadro o la textura emocional en un texto o una pieza musical. Por supuesto,
que en el cóctel también hay un porcentaje de razón-lógica pero asimismo lo hay
de intuición, de error, de serendipia y hasta de locura.
De
acuerdo con la definición de razón que nos da el diccionario, se trata del acto
de discurrir el entendimiento, pero es por eso, porque hay muchas cosas que no
entendemos por lo que el desentendimiento reclama su porción en todos los actos
de la naturaleza humana, incluidos los creativos. Y es gracias a esa enorme
parcela de lo que no entendemos, que toda creación humana queda a salvo de la
obviedad.
A
pesar de todo lo expuesto, ¿cabría la posibilidad de llegar a una comprensión
tan profunda de la esencia del ser que nos permitiera fotocopiar almas? En ese
caso, también sería posible hacer otras operaciones lógicas con almas:
adiciones, sustracciones, multiplicaciones... ¿Se reduciría entonces la
creación humana al ámbito de lo obvio? No sé la respuesta pero si sé que no es
posible porque la pregunta esconde un contrasentido, la condición humana es
incompatible con la perfección, esa cualidad pertenece al ámbito de las
máquinas, así que, el acto creativo podrá preservar su independencia.
DEDICATORIA: Dedico esta entrada a mi querido amigo
Carles, cuyos comentarios, intencionados o no, han propiciado la chispa que me
ha hecho reflexionar.
4 comentarios:
Joan,
he encontrado en la red una frase que me viene como anillo al dedo: "The creative adult is the child who survived". Tradúcela como quieras, interprétala como te plazca, puede ser una respuesta a tu interesante reflexión.
Un abrazo,
Lluís P.
En primer lugar, muchas gracias por la dedicatoria de tu escrito. Me hace mucha ilusión que mis escritos sirvan para propiciar la reflexión.
¿Crees realmente que la creación procede de la razón? Entiendo por razón el entendimiento puramente relacional: la habilidad para extraer una norma, una proporción, y saberla aplicar a otros elementos: A/B = C/D. En el acto de creación existe siempre un matiz de apertura de una nueva perspectiva. La historia de Newton y la manzana es falsa, pero ¿sabes cuál es el origen de la idea de la gravitación universal? Pues el reconocimiento de que la Luna está ahi porque "cae" sobre la Tierra. Lo mismo sucede con la "relatividad" del espacio y del tiempo. Existen aparatos matemáticos que racionalizan estos modelos, pero el acto creativo nada tiene que ver con ellos. Se cree comunmente que la historia de la ciencia es la historia de los descubrimientos, pero se trata más bien de la historia de las cosmovisiones. Y esto aplica también a las obras de arte.
Un abrazo,
Carles
En primer lugar, muchas gracias por la dedicatoria de tu escrito. Me hace mucha ilusión que mis escritos sirvan para propiciar la reflexión.
¿Crees realmente que la creación procede de la razón? Entiendo por razón el entendimiento puramente relacional: la habilidad para extraer una norma, una proporción, y saberla aplicar a otros elementos: A/B = C/D. En el acto de creación existe siempre un matiz de apertura de una nueva perspectiva. La historia de Newton y la manzana es falsa, pero ¿sabes cuál es el origen de la idea de la gravitación universal? Pues el reconocimiento de que la Luna está ahi porque "cae" sobre la Tierra. Lo mismo sucede con la "relatividad" del espacio y del tiempo. Existen aparatos matemáticos que racionalizan estos modelos, pero el acto creativo nada tiene que ver con ellos. Se cree comunmente que la historia de la ciencia es la historia de los descubrimientos, pero se trata más bien de la historia de las cosmovisiones. Y esto aplica también a las obras de arte.
Un abrazo,
Carles
Hola,
lo que creo es que en el acto creativo hay un intento de aplicar la razón, entendiéndola como tú la entiendes, es decir, como una habilidad relacional. Pero siempre erramos en ese intento y ese error es el que da pie a la esencia de la nueva creación. Ningún pintor es capaz de copiarse a sí mismo, por muchas veces que lo intente, cada copia tiene algo especial que la distingue de las demás.
No sé si esto es lo mismo que tú quieres decir en la frase “En el acto de creación existe siempre un matiz de apertura de una nueva perspectiva”, ya que yo hablo de un matiz sobre el que el autor casi no tiene control. Y reitero que una creación es un cóctel de muchas cosas mezcladas en distintos porcentajes, léase razón, intuición, fantasía, etc...
Para mí la razón no deja de ser la aplicación de un modelo o paradigma, es decir, no es la realidad, y por tanto, ese modelo tiene carencias que son suplidas por los diferentes intérpretes con diferentes interpretaciones. Así que vuelvo a estar de acuerdo contigo en que la creación implica una “nueva perspectiva”, una “nueva cosmovisión”.
Por tanto, desde mi punto de vista la creatividad está a salvo de la obviedad por mucho que apliquemos un pensamiento racional-relacional durante el proceso creativo. La razón sólo es el inicio del proceso creativo, la chispa que nos permite vislumbrar el mensaje, que al final termina haciendo aguas por todos los lados y requiere que nos reinventemos para poder cuadrarlo todo. Aquí no sé si estoy usando la palabra “razón” como un proceso relacional o, más bien, como sinónimo de entendimiento, de discernimiento.
Carles, la dedicatoria aparte de merecértela sobradamente por inductor al pensamiento, también era una petición de diálogo para discutir sobre este tema y por supuesto, no has fallado, así que, muchas gracias.
Gracias también a ti LLuís por seguir el blog y regalarme una crítica tan constructiva.
Joan
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