Seguro
que estos días muchos os habéis preguntado por qué existen los virus en la
naturaleza. Yo lo he hecho y en una primera impresión he pensado ¿por qué la
naturaleza permite la existencia de organismos dañinos?
Desde
un punto de vista humano, todos tenemos en mente la benevolencia de la madre
naturaleza, que es siempre buena con todas las criaturas que viven y cohabitan
en el planeta Tierra. Pero vamos a desprendernos de ese punto de vista humano,
a ver qué pasa.
Para
empezar los virus no son seres vivos ya que no pueden reproducirse por sí solos,
son una especie de maquinario biológico, de experimento de la naturaleza que
quedó por terminar o quizá más bien el resultado de la evolución de algún tipo
de célula u orgánulo. Entonces cuando nos despojamos de este punto de vista
humano, vemos que la naturaleza y la evolución no van necesariamente a favor de
obra, entendiendo la obra como la causa humana.
El
driver evolutivo engloba el ecosistema terrestre al completo, es decir, la vida
busca perpetuarse en el planeta manteniendo siempre el equilibrio entre las
distintas especies y autoregulándose en función de los recursos existentes y
siempre a través de la interrelación entre todas las piezas biológicas.
Ahora
que ya nos hemos despojado de nuestra visión narcisista tan humana, nos damos
cuenta de cómo estos días en los que la especie humana está siendo azotada por
el COVID19, el planeta está respirando, la atmósfera se está recuperando y Gaia
está buscando el equilibrio. Cuando los científicos liberen y analicen la
enorme cantidad de datos que seguro se están recopilando acerca de la
atmósfera, la temperatura en superficie, etc… comprenderemos como COVID19 no es
más que un mecanismo de regulación. Y aunque parece un mecanismo de regulación
indiscriminado, podría llegar casi a mostrar signos de inteligencia con la
eliminación de determinados humanos concretos (con nombres y apellidos) que
acumulan mucho poder y le hacen mucho daño a la vida en el planeta.
Reflexionad
un momento, ¿a quién afectan los virus? ¿al lince ibérico? ¿a los koalas? o ¿afectan
más bien a las especies que se han desmadrado y están empezando a romper el
equilibrio del ecosistema global? Ahí tenéis la respuesta, la naturaleza usa
estas cadenas de ADN, los virus, como herramientas de control, para asegurar
que la vida en el planeta tiene las máximas posibilidades de perpetuarse.
Esto
me lleva a la siguiente reflexión obvia. La raza humana se mueve en la
actualidad en unos parámetros que no favorecen la vida en el planeta, está
expoliando insolidariamente todos los recursos y está llevando al ecosistema
global hacia el colapso. Ahora estamos poniendo toda nuestra inteligencia y
todas nuestras capacidades para protegernos como especie y seguramente
venceremos al COVID19 pero eso será para la Tierra una mala noticia, le habrá
fallado su mecanismo de control y la especie sobredimensionada seguirá
depredando el planeta hasta llevarlo a su colapso. Aún así, Gaia lo intentará
más veces, intentará libarse de nosotros o al menos tenernos controlados por
todos los medios. Incluso puede que pida ayuda al Universo y el cataclismo
humano se produzca por causas externas a la Tierra.
Yo
soy humano y por tanto quiero vivir. Así que mi deseo es superar esta crisis
sanitaria, y todas las que vengan en el futuro e incluso ser capaz de dar el
salto a otro planeta para seguir creando ecosistemas de los que formemos parte.
También sé que cuanto más enfademos a Gaia, más intentará librarse de nosotros
y favorecer que otras especies más cooperativas y benévolas para el ecosistema
proliferen en la Tierra.
¡Perdónanos
Gaia una vez más y líbranos del COVID19! Quizá las generaciones milenarias sean
más consideradas con el hábitat que nos ofreces.