Hay
personas que piensan que se pueden poner puertas al campo, y al cielo, y al
mar. Hay personas que piensan que todo debe ser administrado, parcelado, dividido, dosificado,
racionado, hasta incluso, lo inabarcable, lo inconmensurable, el infinito, el
cielo. Sí, hay muchos que creen que pueden cercar la fantasía, la ilusión, la
aspiración, y hasta, la inspiración. Ya lo han intentado varias veces, incluso
ahora mismo, lo están intentando. En realidad, lo que sucede es que estas
personas expresan su cuadriculada visión del mundo, necesitan clasificar las
cosas dentro de su visión maniquea y naíf de la realidad para sentirse seguros.
Los que están dentro y los que están fuera, los que son como yo y los que no lo
son, a estos mejor tenerlos en un campo
de concentración, bien cercado, bien concentrados, bien identificados. La privación de Libertad parece la única
salida posible, la libertad es peligrosa, es como un abismo que no tiene
límites, hay que poner límites para paliar el vértigo.
Y
además, hay personas que piensan que la
libertad es tan inalcanzable como el cielo, que a fuerza de contención han
olvidado el Universo, el infinito, el Ser indefinible que lo abarca todo, han
olvidado a Dios. Piensan que quizá sea lo mejor, que quizá la libertad es un
elemento peligroso, tóxico, que hace divagar a la mente por terrenos
pantanosos, en un viaje astral que nunca tiene final feliz. Es mejor no pensar
tanto, es más seguro poner cercados de espinos para que la mente no se vaya por
derroteros baldíos e improductivos.
Sin
embargo, el Ser no se puede confinar, lo abarca todo, sólo hay que dejarlo
despertar para ser conscientes de ello. Hasta en los alambres más espinosos,
las personas pueden ver besos, barb
wired kisses. La imaginación, la ilusión, la visión, la libertad son
indefinibles, infinitas, inclasificables, el Todo. No existen palabras, ni
alambradas de espinos, ni barrotes, ni muros, ni creencias, ni dogmas que las
puedan definir, pero no me preocupa. Yo soy todo eso, yo soy infinito, yo soy
el sujeto y el objeto.
Por
eso, no se puede definir el cielo, ni siquiera con un alambre de espino.
P.S.: he usado la aportación de 5
personas como fuente de inspiración pero lo que he reflejado aquí es
exclusivamente fruto de mi pensamiento. Agradezco a Sandra, Paquita, Pere,
Isabel y Juan Ignacio sus desinteresados comentarios que han hecho posible esta
entrada.
La foto fue tomada al mediodía del 11
de marzo de 2012 en el Parc del Hostal del Fum (Palau-solità i Plegamans)